Las uñas son una parte muy importante de nuestro cuidado corporal. Esta es la forma de tratarlas de forma adecuada
Las uñas ocupan un extenso capítulo dentro de los libros de cuidado corporal. Aunque no es lo primero en lo que caemos cuando pensamos en mejorar la imagen que proyectamos a los demás, las uñas son tan parte del cuerpo como cualquier otra y, por tanto, también deben someterse a los mismos procesos de higiene y limpieza que el resto de articulaciones, extremidades y miembros que conforman nuestro organismo.
La mejora estética de las uñas es una especialidad que compete a la manicura, que se practica por importantes sumas de dinero en salones especializados en belleza. De estos salones salen personas con todo tipo de combinaciones brillando en sus dedos, desde los arcoíris más pintorescos a los tonos sólidos más discretos pero siempre buscando que la cutícula no luzca tan sosa como lo hace normalmente.
Sin embargo, mucho antes de asistir a uno de estos salones a mejorar la imagen de nuestras manos debemos tratar primero las uñas adecuadamente, limpiándolas y cortándolas para que presenten el mejor aspecto posible. Para esto no es necesario ningún profesional especializado en la materia sino que tendremos que ser nosotros, desde la comodidad de nuestros hogares, los encargados de poner estos procesos en práctica.
La forma más sencilla de hacerlo pasa por mantenerlas cortadas, aplicando el cortaúñas de forma periódica a medida que estas vayan creciendo. Asimismo, también resulta conveniente lavarse las manos con frecuencia para que los restos no se acumulen entre la cutícula y la carne e hidratarlas bien con ayuda de una crema de manos que puede adquirirse en cualquier tienda de cuidado personal o de maquillaje por un precio económico. Basta con aplicarse la crema un par de veces al día para empezar a percibir los resultados.
Los potenciales problemas
Las uñas, como cualquier otra parte del cuerpo, pueden causar problemas si no se tratan debidamente. Entre los más habituales se encuentran las uñas encarnadas, que se produce cuando la uña se curva hacia dentro, llegando a clavarse en la piel y causando una infección.
Otra de las afecciones más comunes son los padrastros, que se producen cuando una tira de piel muerta se desprende del borde de la uña. Arrancarlo puede ser extremadamente doloroso e incluso puede ser motivo de infecciones posteriores.