No siempre el realizar carreras por el parque hará que pierdas el peso que te has marcado para estar mejor físicamente
Seguro que si no te ha pasado a ti lo has escuchado, pero son muchos los casos de personas que han decidido ponerse a correr para intentar bajar de peso y no han conseguido el resultado que querían alcanzar pasado los meses. Algo que provoca una profunda decepción y que hace que se pueda tirar la toalla a las primeras de cambio fruto de la desmotivación que se experimenta.
Son muchos los expertos que plantean dudas sobre la identidad de salir al parque a correr para perder el peso que queremos eliminar de cara a la operación verano, que es siempre la más recurrente en esta época del año en la que nos encontramos. Estos mismos plantean otras medidas para la eliminación de calorías y es la de coger pesas para conseguir el objetivo.
Un estudio de la Universidad de finlandesa de Jyväskylä revela que al principio de realizar las carreras se tiende a perder peso pero con el paso de esta actividad no se logra y se estabiliza. La razón es que nuestro organismo tiende a equilibrar el déficit energético que inicialmente se ha ido perdiendo para posteriormente hacer lo mismo con la reserva de grasas, por lo que el running solamente no te va a librar del michelín de la barriga. Digamos que el cuerpo no tiene otra activación y se acostumbra a ese estímulo asimilando lo que necesita.
El running no es siempre el mejor aliado para perder peso
En ese sentido, optar por actividades mixtas donde se produzca una combinación de carreras, ya sean de larga o de menor distancia, con una rutina de pesas puede ser lo más indicados para que nuestro cuerpo no asimile la rutina y se produzca la quema de grasas en respuesta a las diferentes exigencias a las que lo expongamos.
Lejos de lo que se puede pensar, correr conlleva una serie de riesgos especialmente para aquellas personas que tienen un exceso de peso. Para nada está indicado para este tipo de personas ya que su cuerpo no está en condiciones de soportar la carga de cardiorrespiratoria que tiene el running. Y además es que tanto su musculatura como su estructura ósea no está preparada para soportar el movimiento y la carga de peso al que la someterá en esas acciones.
Por tanto, antes de ponernos las zapatillas de running y abrocharos bien los cordones para salir a dar unas vueltas, lo lógico es que podamos bajar peso con otros ejercicios o incluso recurrir a la dieta para que nos sirva de aliada.