Las botellas de plástico también deben ser lavadas junto con el resto de platos y cubiertos de la casa. Te enseñamos cómo hacerlo correctamente
Las botellas de plástico son uno de esos utensilios tan comunes que frecuentan las casas de todos los ciudadanos. Las llevamos a la oficina, al trabajo, al gimnasio e incluso a nuestra habitación. Muchas veces incluso bebemos directamente de ellas cuando nos sentamos a la mesa. Por eso, es necesario que las lavemos al igual que lavamos los vasos de cristal, los cubiertos o los platos.
Sin embargo, esta tarea puede resultar complicada en tanto que suele olvidarse con suma facilidad. Al fin y al cabo, no solemos asociar las botellas de plástico con objetos que haya que lavar, de forma contraria a lo que ocurre con tenedores, cucharas o cuchillos. Uno de los principales motivos por el que deberíamos hacerlo más a menudo es la posibilidad de contraer la llamada enfermedad del beso o mononucleosis.
La mononucleosis es una enfermedad que se contagia principalmente a través de la saliva, por lo que puede ser común si se usan botellas de plástico que no hayan sido lavadas previamente. La enfermedad puede producir jaquecas, vómitos, diarrea, fiebre alta, congestión nasal y tos seca entre otros síntomas propios de otras dolencias como la gripe.
Por ello es sumamente importante realizar un proceso exhaustivo de limpieza. La mejor forma de hacerlo es dejar caer en el interior del recipiente un par de gotas de lavavajillas concentrado mientras se limpia el resto de la botella con una escobilla para biberones, de modo que nos aseguremos de que la totalidad de la superficie quede exenta de microbios y otras bacterias que puedan contagiarnos la mononucleosis. A continuación te presentamos otras formas de hacerlo que, si bien entrañan más complicación, son doblemente efectivas.
La esterilización
Si aplicar el concentrado lavavajillas no da el resultado esperado, también pueden ponerse en práctica otro tipo de técnicas como la esterilización de las botellas de agua para que estas permanezcan limpias. Para poder ejecutar esta técnica basta con que se pongan en práctica unos pasos muy sencillos.
En primer lugar, habría que separar todas las partes de la botella. Una vez separadas, se deben colocar en una olla que posteriormente se pone a hervir. Se dejan reposar unos minutos y después se recuperan con la ayuda de unas pinzas. Es importante no secarlas frotándolas con una toalla o, de lo contrario, les transmitiremos gérmenes.