A la hora de tomar antidepresivo tenemos que tener en cuenta una serie de consideraciones y acudir a nuestro médico
En determinadas enfermedades relacionadas con la salud mental, tanto médicos como pacientes tienden a recurrir a medicamentos antidepresivos para curar patologías y trastornos, algo lógico hasta un punto pero que se tiene que mirar con detalle porque el uso de estas sustancias puede conllevar efectos secundarios que pueden tener consecuencias en la sexualidad.
En este punto, la duloxetina es una de estas sustancias de las que hablamos. Se trata de un antidepresivo que siempre es utilizado para combatir enfermedades depresivas, relacionadas con la ansiedad o dolores permanentes. En el campo de la sexualidad también tiene una incidencia, pero en este caso no es tan beneficiosa como su actuación en los apartados anteriormente comentados.
Este medicamento se utiliza para neutralizar la regeneración de serotonina y noradrenalina, al igual que también impide segregación de dopamina. Está dentro de los fármacos que se engloban en los IRSN y se utiliza para establecer una línea continua y duradera a nivel mental.
Los antidepresivos y los efectos secundarios
Este antidepresivo suele ser recurrente para sintomatologías depresivas persistentes, también por las personas que sufren de diabetes. Los dolores que se acentúan y se vuelven crónicos en zonas musculares o incluso óseas también son paliados por este medicamento.
Para personas que sufren quimioterapia y que tienen neuropatías igualmente es un gran aliado. Es una sustancia que también es empleada en los posoperatorios, y cuando el estrés hace mella en las incontinencias urinarias.
Aunque estés dentro de estas enfermedades y creas que puedes emplear la duloxetina por tu cuenta, no debes ser tan atrevido. Lo recomendable es acudir a un médico que atienda nuestros síntomas y determine cuales son las mejores opciones para resolver nuestros males.
Son muchos los estudios que certifican que las personas suelen abandonar los tratamientos con duloxetina debido a que a las contraindicaciones que presenta. Algunos de los efectos secundarios que tienen son imposibilidad de conciliar el sueño, problemas a la hora de acudir al baño, sequedad o mareos.
En cuanto a la vida sexual, un estudio que se realizó con más de 600 individuos demostró los problemas de disfunción que se sufren con la ingesta de la duloxetina en un 33% de ellos. Pero lo cierto es que después de tres meses de tratamiento los resultados cambiaron a mejor y no hubo rastro de los problemas y volvió la apetencia sexual.
Lo que sí confirman varias investigaciones es que las personas que tiene problemas depresivos vienen sufriendo mayores casos de disfunciones y enfermedades relacionadas con la salud sexual.