Los deportistas tienen que medir con precisión quirúrgica aquello que se llevan a la boca. Este es uno de sus platos favoritos
Si alguna vez has practicado deporte o lo haces con relativa asiduidad, habrás constatado hace tiempo que el ejercicio físico está íntimamente ligado a nuestra dieta alimenticia. Tanto es así que requerimos de determinados grupos de alimentos para poder rendir al nivel de desempeño que esperamos y debemos evitar otros si no queremos que nuestra sesión en el gimnasio se salde con una buena ristra de suspiros, muecas de dolor y exasperación.
Una de las primeras cosas que recomendamos en dieta.com cuando uno de nuestros lectores se plantea dar un vuelco radical a su vida y obtener una mejor forma física es la de empezar a cuidar en la medida de lo posible aquellos platos que se lleva a la boca. Hemos dedicado líneas y líneas en esta web a analizar los aspectos beneficiosos de cada uno de estos alimentos y hemos llegado a la conclusión inequívoca de que hay unos más beneficiosos que otros.
El resto, no obstante, es necesario consumirlos con mucho moderación y, sobre todo, asegurarse de que nuestras sesiones diarias de ejercicio nos permitirán quemar esas calorías extra. Este es el caso del plato del que hablaremos hoy, uno de los favoritos personales de buena parte de los deportistas y cuya elaboración es tan sencilla que para prepararlo tan solo son necesarias las nociones culinarias más elementales.
No es ni más ni mensos que un plato de huevos fritos con patatas fritas, los dos soles incandescentes acompañados de los destellos dorados que arranca la acción de sus rayos, dos islas naranjas rodeadas por las aguas lechosas de un mar de espuma, tan agradable al tacto del paladar. Estos son los beneficios que tienen en la salud.
Los beneficios
Hay que tener en cuenta que los huevos y patatas suponen un subidón calórico de gran envergadura y, por ello, se aconsejan únicamente a los deportistas que realicen ejercicios muy explosivos e intensos, como los atletas que compitan en distancias cortas.
En este tipo de sesiones, el gasto calórico es tan extremo que se requiere de una gran fuente de proteínas o carbohidratos para poder restaurarlo lo antes posible. También entran en la lista de opciones las grandes fuentes de macarrones y otros alimentos ricos en azúcares como el chocolate.