El Aquarius es uno de esos supuestos milagrosos que ayuda a paliar los síntomas de muchas dolencias. Te contamos la verdad
El Aquarius no necesita ningún tipo de presentación. Desde hace más de treinta años ha sido comercializado en la cultura mediterránea, concretamente desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992, que tuvieron sede en la ciudad española de Barcelona. Aprovechando la gran campaña de expectación que se generó en torno al evento, la conocida empresa de refrescos vendió su producto como un requisito indispensable en el kit de supervivencia del buen deportista, un elemento que no podía faltar para que este pudiera ejercitarse a pleno rendimiento.
El ingenio detrás de esta estrategia de marketing pronto terminó dando frutos, que se tradujeron en unos nada desdeñables ingresos y en la creencia, que muchos de los compradores convirtieron en certeza, de que un vaso de Aquarius no solo era imprescindible para hacer deporte sino que también podía tener propiedades medicinales.
Y es que desde siempre nos han vendido la idea de que esta bebida puede ser un remedio casero extremadamente eficaz contra las dolencias del aparato digestivo, como la gastroenteritis y los síntomas derivados de ella como la diarrea. No es la primera vez que alguien acude a su médico de cabecera de confianza o incluso a su especialista en digestivo y este le recomienda encarecidamente que durante las próximas comidas que haga ingiera una lata de Aquarius para tratar adecuadamente el aparato digestivo. Sin embargo, esta bebida ha demostrado no ser tan efectiva como siempre nos la han pintado. Al contrario, existen otras alternativas mucho más saludables y recomendadas para hacer frente a esos casos concretos. Esto es lo que puede hacer realmente el Aquarius en tu aparato digestivo si abusas de él mientras padeces gastroenteritis u otra afección similar.
La verdad sobre el Aquarius
La verdad sobre el Aquarius es, no obstante, mucho peor. Los expertos aseguran que, lejos de paliar la diarrea que surgen de la gastroenteritis, esta bebida tiende a aumentarla por un proceso muy sencillo de comprender que tiene lugar en el estómago.
La concentración de azúcares presentes en el Aquarius, aun siendo menor que en otros refrescos, provocan que el tubo digestivo genere más líquido para compensar la escasez, lo que es letal para la diarrea y, lejos de reducirla, solo hará que aumenten nuestras ganas de ir corriendo al baño.