Se trata de un problema psicológico que lo sufren cada vez más personas, aunque muchas de ellas no saben que lo padecen.
El síndrome del impostor es un trastorno que, por desgracia, se ha vuelto muy habitual en nuestra sociedad. Según la doctora Valerie Young, reconocida experta internacional acerca de este fenómeno, 7 de cada 10 personas lo padecen o lo han padecido alguna vez en su vida.
Además, es muy probable que quien lo sufra no sepa que lo padece. Por ello, hay que tener mucho cuidado. Y en el siguiente artículo, vamos a explicarte qué es el famoso síndrome del impostor, los tipos, las causas y cómo prevenirlo.
Todo lo que necesitas saber acerca del síndrome del impostor
Esta afección también se conoce como el síndrome de fraude. Es un estado psicológico, en el cual, una persona no se cree capaz, inteligente o creativa, aun habiendo evidencias de que sí lo es. Sufrir este problema lleva a las personas a tener una baja autoestima, falta de seguridad en sí mismas y pérdida de confianza. Existen algunos síntomas para detectarlo fácilmente. Por ejemplo, quienes lo sufren muestran una falta de confianza en ellos mismos a la hora de desempeñar un trabajo; restan importancia a sus logros; poseen un alto nivel de estrés que, en ocasiones, puede llegar a ser crónico; rechazan nuevas oportunidades y tienen mucho miedo al fracaso.
Asimismo, según la doctora Valerie Young, pueden existir hasta cinco tipos diferentes de ‘impostores’. En primer lugar está el perfeccionista. Se da en personas que quieren tener todo bajo control, fijándose metas muy altas y que, cuando no las alcanzan, comienzan a dudar sobre sí mismas. Otro tipo es el experto. Se produce en aquellos empleados que son contratados en una empresa y que tienen miedo a que puedan descubrir que no son expertos en el área o la tarea que deben desempeñar.
Asimismo, encontramos a los individualistas, es decir, aquellos que no quieren que nadie les ayude porque, en su opinión, les hace ser débiles. También existen los genios naturales. Este tipo de personas creen que tienen que hacerlo todo bien a la primera porque de lo contrario se estresan. Y, finalmente, están los sobrehumanos, aquellos que se presionan mucho a la hora de trabajar para estar a la altura, ocultando así sus inseguridades, pero que acaban estresándose.
Las causas del síndrome del impostor pueden ser muy variadas. Se produce por estereotipos sexuales, cuando en la vida de esa persona hay algún familiar más inteligente y siente esa presión por superarles, en entornos laborales donde hay diferentes bandas salariales, y en casos de exigencia personal extrema. Para prevenir este problema, lo mejor es hablar con alguien que te entienda y te ayude a reconocer tus puntos fuertes. Asimismo, nunca debes compararte con nadie. Y, por supuesto, tienes que aceptar tus errores, y celebrar todos y cada uno de tus logros. Además, acudir a terapias resulta muy positivo para sobrellevar mejor esta afección.