Con Semana Santa cerca ya son muchas las personas que empiezan a pensar en este típico dulce
Con la llegada de la Semana Santa, resurge una delicia gastronómica que ha perdurado a lo largo de generaciones: las torrijas. Este dulce, típico de la cocina española, no solo es una tentación para el paladar, sino también un símbolo de tradición y arraigo cultural. Desde los fogones de los hogares hasta los mejores restaurantes, las torrijas se convierten en protagonistas de la temporada con su irresistible sabor y su historia rica en tradición.
La receta de las torrijas es una muestra de las recetas tradicionales transmitidas de generación en generación. Aunque las variantes pueden variar según la región o el gusto personal, la base de esta exquisita preparación suele incluir pan, leche, azúcar, huevos y especias como la canela. El secreto radica en empapar el pan en una mezcla aromatizada, freírlo hasta obtener un dorado perfecto y finalmente espolvorearlo con azúcar y canela.
Para prepararlas necesitaremos los siguientes ingredientes: 1 barra de pan (preferiblemente del día anterior), 1 litro de leche, 200 gramos de azúcar, 4 huevos, canela en rama o en polvo y aceite de oliva suave para freír
Elaboración
En una olla grande, vierte la leche y añade la canela en rama y una parte del azúcar (reserva el resto para más tarde). Calienta la leche a fuego medio hasta que esté caliente pero no hierva. Retira del fuego y deja reposar para que la canela infunda su sabor en la leche.
Corta la barra de pan en rebanadas de aproximadamente 1 pulgada de grosor. Sumerge las rebanadas de pan en la mezcla de leche caliente y deja que se empapen durante unos minutos, volteándolas para asegurarte de que absorban bien la leche por ambos lados. En un plato hondo, bate los huevos con el azúcar restante hasta que estén bien mezclados. Este será el recubrimiento de tus torrijas.
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Pasa cada rebanada de pan remojada en la mezcla de huevo y azúcar, asegurándote de que esté bien cubierta por ambos lados, y colócala en la sartén. Fríe las torrijas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados, aproximadamente 2-3 minutos por cada lado. Retira las torrijas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Una vez que las torrijas estén listas, espolvoréalas con una mezcla de azúcar y canela mientras aún están calientes para darles ese toque final dulce y aromático.
Las torrijas se pueden servir calientes o frías, según tus preferencias. Son deliciosas por sí solas o acompañadas de una bola de helado. Con esta receta sencilla y deliciosa, puedes disfrutar del auténtico sabor de las torrijas caseras en cualquier momento del año.