Para muchos está considerado un manjar que llevarse a la boca. Estos son los tres tipos de croquetas que existen: tienes que probarlas
Pocas cuestiones suelen poner tan de relieve el acuerdo común entre todas las personas que las croquetas. Se trata de uno de los alimentos principales qué más atracción suelen generar entre los distintos núcleos sociales debido a la gran cantidad de versatilidad que se le puede otorgar en su interior. Podemos hablar de 1000 tipos de croquetas y quedarnos cortos porque la verdad es que hay muchas formas de poder incluir diferentes sabores dentro de ella.
Y es que los sabores no significan más que el estándar genérico de lo que se compone una croqueta en sí. Las más famosas son las de jamón porque es una de las cosas que más abundan y también por todo lo que puede generarse en su interior hablando de explosión de sabor. Pero se puede ir un paso más allá porque tenemos de todo tipo. De chorizo, de rabo de toro, de pescado, de queso, de boletus, etc. En definitiva, una croqueta puede tener cualquier tipo de alimento incluido porque al final es un rebozado con bechamel donde el ingrediente principal es el que tú quieras.
Solo hay tres tipos de croquetas
No obstante, siendo más exactos y sabiendo que las croquetas pueden ser de cientos y miles de tipos en cuanto al contenido y al sabor, la realidad es que únicamente existen tres tipos de este alimento en cuanto a forma se refiere. Y esto es lo realmente importante cuando hablamos de expertos en una croqueta porque los diferentes tamaños son los que marcan también el tipo de alimento que puede llegar a ingerirse una persona independientemente del sabor que pueda llegar a tener.
Partiendo de esta base, el primero de los tipos de croquetas es las de ración que son las estándar y las favoritas entre el público y la hostelería. Suelen pesar entre 20 y 30 g y son perfectas para comidas sustanciosas, platos principales o algún tipo de picoteo de raciones. Se suelen comer unas 8 o 10 por plato. De ahí pasamos directamente a las más grandes que son el croquetón. Este tipo de croquetas son superiores a 35 g y no pasan desapercibidas de ninguna manera. Son muy generosas y nos sacian el hambre de una manera bastante completa. En este caso se suelen consumir por unidades y acompañados con un poco de pan en la base.
Por último, pero no por ello menos importante, tenemos las croquetas tipo cóctel. Estas son las más pequeñas cuyo peso ronda entre los 10 y los 15 g. Son las utilizadas principalmente para eventos familiares o de empresa. Se pueden comer de un solo bocado y esto invita a que sea idónea para este tipo de acontecimientos donde se suele estar de pie.
