Las aceitunas son uno de los aperitivos preferidos de la dieta mediterránea. Te enseñamos a preparar unas en cas apara que te chupes los dedos
Las aceitunas son, sin ningún atisbo de duda, uno de los platos estrella de la dieta mediterránea. Quién no ha bajado al bar que se encuentre en frente de su piso después de un arduo día de trabajo o estudio, ha observado un cielo límpido y sin nubes y un sol que resplandecía en el centro como un disco dorado y se ha sentado en una terraza a la espera de que sus amigos hicieran acto de presencia. Entretanto, para matar el tiempo de espera, el camarero se aproxima y, junto a la bebida que le había pedido, sostiene en la mano que le queda libre una fuente aceitunas, redondas, verdes y brillantes aceitunas.
Y es que a todos les gustan las aceitunas. A algunos con hueso, a otros completamente limpias, a algunos negras, a otros claras. Pero existen pocas personas en el mundo que arruguen el ceño cuando ven este aperitivo. Por eso, para que hagas las delicias de tus futuros invitados, te enseñamos a prepararlas en casa para que tus comensales se quiten el sombrero, se chupen los dedos.
Y lo mejor de todo es que tienes varias formas distintas de hacerlo. La primera es tan sencilla como obtener una lata de aceitunas en un supermercado. Normalmente, este tipo de productos suelen venir en conserva y las aceitunas se preservan en su propia salsa para que el consumidor tan solo tenga que abrir la lata, volcar todo el contenido en un cuenco o fuente y servirlo en la mesa sin más preocupación que el hecho de que el líquido no se derrame al suelo. Es quizá la solución más rápida si vamos muy apurados de tiempo.
La otra opción
La otra opción, por ejemplo, es hacerlas en salmuera, es decir, en una fuente de agua salada. Se echa al agua toda la sal necesaria. El truco para discernir este punto es echar un huevo. Cuando la sal sea necesaria, significará que el huevo emergerá de las profundidades de la olla y comenzará a flotar.
Será entonces cuando podemos empezar a echar las aceitunas y a aderezarlas, si así lo deseamos, con algunas otras especias como ajo, hinojo y tomillo. El único detalle es que deben hundirse en esta mezcla durante al menos un mes antes de poder ser consumidas.