Estamos hablando de un tratamiento que no es apto para todas las personas porque los campos magnéticos podrían perjudicarlas
El mundo de la fisioterapia está en constante evolución para atender aquellas técnicas y tratamientos que nos pueden ayudar para poder solventar las patologías que van aflorando. El paso del tiempo, las nuevas tecnologías y en general los continuos cambios hacen que las enfermedades también evolucionen y que incluso aparezcan nuevas maneras en las que se reproducen.
En ese sentido, la magnetoterapia es un tratamiento que se está empezando a utilizar para tratar más dolencias. Consiste en la utilización de campos magnéticos estáticos o incluso permanentes en el cuerpo de los pacientes. Se trata con muy buen resultado en aquellas personas que sufren bursitis trocantérea. Dentro de las grandes ventajas que tiene su aplicación, hay un importante segmento poblacional que no puede realizarse este tratamiento. Son los casos de personas que tienen marcapasos, que por desgracia padecen cáncer o mujeres que se encuentran esperando a un bebé.
Este tratamiento tiene tres tipologías. Se puede realizar un tratamiento de baja frecuencia, siendo el más utilizado y donde los imanes están enchufados a corrientes de baja intensidad, aproximadamente a cien Gauss.
Este tratamiento cada vez está más uso
Otra forma de realizarlo sería a alta intensidad. Aquí la aparatología sería diferente ya que se necesitaría una maquinaria mucho más potente. Y es que estamos hablando de un trabajo a niveles de 30.000 a 70.000 Gauss.
También se puede usar un tratamiento con electricidad a alta frecuencia ya que estos aparatos también proporcionan un campo magnético. Este tipo de tratamiento aporta un beneficio importante contra el dolor.
Y en ese sentido, los beneficios que deja este tratamiento son visibles a medio o largo plazo, así que dentro de las pautas que se estimen conveniente para cada sesión se debe tener una constancia para que surta efecto el tratamiento.
Hay dos factores donde inciden especialmente los campos magnéticos, tanto en la mejora del dolor como en la bajada de inflamaciones. En cuanto al primero, está recomendado especialmente para un dolor permanente en cuestiones musculares y relacionadas con las articulaciones. Y sobre lo segundo, está indicado también para inflamaciones crónicas.
También incide en una mejor circulación de la sangre. Son varios los estudios que hacen atisbar que la magnetoterapia incrementa la circulación sanguínea en la zona que se está tratando, lo que provoca que los tejidos encuentren más oxígenos y haya una pronta recuperación.
Igualmente, produce una recuperación de las células ya que se ha visto que con este tratamiento la cura de los tejidos se realiza de mejor forma por las células que regenera.