En ocasiones, algunos filetes sueltan agua cuando los estás cocinando y seguro que te preguntarás por qué y cómo prevenirlo.
No hay nada que dé más rabia que estar cocinando un filete y que este empiece a soltar agua. Cuando esto ocurre puedes hacer dos cosas: esperar a que se consuma el agua con la carne dentro de la sartén o quitar el liquidillo, aunque cambie el sabor del filete.
Asimismo, cuando esto sucede, solemos pensar que la carne está en mal estado, que tiene muchos químicos o que el carnicero no lo ha partido correctamente. Si quieres saber por qué ocurre y cómo prevenirlo, sigue leyendo este artículo. ¡Te será de gran ayuda!
Trucos para que la carne no suelte agua
Antes de nada, debes saber que es algo bastante normal porque, al igual que nosotros estamos compuestos de agua, los animales también. No obstante, influye mucho cómo esté manipulada la carne, la edad, el sexo o la especie del animal; además del tipo de corte o de cómo se ha criado. Aun así, nosotros mismos podemos realizar algún que otro truquillo para que, cuando estemos friendo los filetes, no se llene nuestra sartén de agua.
Lo primero a tener en cuenta es cómo descongelas la carne. Nunca lo hagas a temperatura ambiente. Se debe hacer siempre en la nevera para que las bacterias no se apropien de nuestra deliciosa pieza. Además, para evitar que esté en contacto con el líquido que va soltando, has de ponerla en una rejilla con un plato debajo. Y una vez descongelada, retírala de la nevera y sécala con papel de cocina.
Por otra parte, tienes que sacar la carne de la nevera una hora antes de cocinarla. De esta manera, conseguirás que la temperatura no sea tan fría. Si no lo haces, es muy probable que suelte mucha agua, porque bajarás de forma inmediata su temperatura. Por otro lado, hay que prestar atención al tipo de corte, a la grasa que contiene la pieza y a la edad del animal, porque cuanto más joven sea, más agua desprenderá. Las carnes que menos agua liberan son los filetes de vaca o las chuletas. Por el contrario, la carne picada, los filetes de babilla o la carne de cerdo y de pollo son las que más agua suelen soltar.
Otro aspecto a tener en cuenta es la cantidad de sal que se echa. Lo mejor es añadirla mucho antes de cocinarla o justo después, ya que si la echamos un segundo antes de freírla lo que hará la sal será extraer los jugos de la carne. De esta manera conseguirás que los filetes no liberen sus jugos, estén más sabrosos y no se queden secos.