A través de estas dos hormonas se puede contestar a la pregunta de por qué quiero estar solo y no sociabilizar
La sociedad de hoy día y su ritmo de vida nos lleva a tener situaciones que nos generan angustia y estrés casi a partes iguales y son pocas las veces que podemos sacudírnosla de encima. Es por esta razón que sean muchas las veces que necesitamos tener un tiempo para nosotros, tiempo que casi nunca tenemos que cada vez que lo alcanzamos sabe a oro molido.
Pero incluso en ese espacio o periodo de ligar del que podemos disfrutar pocas veces no lo hacemos porque nos asaltan las dudas. Dudas de por qué queremos esta soledad, y ya no solo eso, sino que nos cuestionamos si nos ocurre algo malo. Nunca hemos querido tener tanta soledad como la que ahora demandamos y eso nos puede preocupar en exceso.
Cada vez estamos más conectado en lo digital pero menos en lo real y a todo esto pueden responder dos hermanas que entran en juego de forma independiente en cada situación. Por ejemplo, cuando estamos conectado a las redes a través de nuestro ordenador o móvil entra en valor la liberación de dopamina, relacionada con la sensación de recompensa.
Pero cuando estamos junto a un grupo de amigos la que se libera es la oxitocina, vinculada al placer, pero esta última se suelta de una manera más lenta que la anterior. Ten en cuenta que llegar a un momento placentero con el mundo digital llega al momento, queremos ver un determinado perfil que lo conseguimos al momento, una página en especial que tan solo está a un click. Pero por el contrario generar un ambiente agradable con amigos que libere tan rápidamente la oxitocina no se produce de una manera tan directa, a tan pocos segundos como coger el móvil.
Es por eso que muchas veces preferimos lo virtual a lo real porque el hecho de prepararnos y salir supone un esfuerzo mayor que el movimiento de coger el ordenador o el móvil. Pero la soledad permanente puede acarrear problemas para nuestra salud mental. Tenemos que diferenciar entre el momento que necesitamos para estar nosotros mismos en soledad y tener un respiro, al de no querer relacionarnos con nuestro círculo de amigos. Aquí podemos identificar un inicio de patología dentro de la salud mental que tenga esa persona que empieza a experimentar esta soledad.
Las personas que son más activas socialmente recargan sus baterías rodeándose de personas, se encuentran cómodas en esa situaciones. Todo lo contrario que una persona introvertida que necesita tiempo de soledad para estar nuevamente en un ámbito social. Si eres una persona que buscas la soledad seguro que serás una persona que tengas una alta autoestima y que no temas a emprender experiencias sin la necesidad de tener a nadie a tu lado.
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