Los resultados están directamente relacionados con el tipo de entrenamiento que se realice y la alimentación que se lleve
Una de las primeras preguntas de las personas que acuden por primera vez al gimnasio al monitor o entrenador que les va a guiar en su camino es, ¿y cuánto tardaré en ver los resultados? Esta pregunta está para principiantes, pero también habita en aquellas personas que cambian de rutina y deciden iniciar otra para crecer muscularmente o por el contrario definir sus músculos.
Pero lo cierto es que la contestación a esa pregunta se desconoce por completo, ya que va a depender de los muchos factores que rodean al ejercicio físico y que escapan a la sabiduría de ese humilde monitor que te atiende pacientemente en el gym. Los cambios en tu cuerpo surgirán en mayor o menor medida dependiendo también del objetivo que persigas. Esos cambios tiene que ver directamente con el tipo de entrenamiento que vas a realizar.
No es lo mismo tener un primer contacto con la actividad física que ser una persona que vuelve a las salas tras un periodo parado porque ha estado convaleciente pro algún tipo de lesión. También es importante el tipo de alimentación que vas a llevar a cabo. Los resultados vendrán antes de tiempo si los alimentos que vas a consumir acompañando la rutina diaria de ejercicios son saludables, y dentro de estos, si va a ser una dieta más llevadera o por el contrario será muy estricta.
Los tiempos para observar los resultados varían dependiendo de la persona
Independientemente de todas estas cuestiones de vital importancia para determinar el periodo, si es cierto que hay unas estadísticas comunes para resolver la pregunta anteriormente formulada. El tiempo es largo.
Si lo que quieres conseguir es trasformar tu cuerpo por alguna causa estética, estos resultados serán más a largo plazo. También depende de la situación metabólica y de peso que lleve esa persona en la actualidad. En este sentido, si es una persona que tiene sobrepreso y quiere ponerle una solución entrenando, notará evolución durante las primeras jornadas. Básicamente porque lo primero que se pierde son líquidos.
Los siguientes pasos costarán más en función de que el cuerpo vaya desprendiéndose de la grasa. Aquí es donde entrará la frustración por ver que no se avanza, pero lo cierto es que se progresa menos, pero se progresa.
Durante los primeros quince días se asimila la carga de esfuerzo que el cuerpo va a realizar. También sirven para ir familiarizándose con lo que será tu habitáculo los próximos meses y vas tomando conciencia de las máquinas.
Los cambios radicales se notarán al tercer mes de entrenamiento. Aquí es donde estarás más inspirado que nunca por ver como todo el esfuerzo está mereciendo la pena. Y para ver un cambio total, un cambio que más o menos suponga el 80% de tu complexión, tendremos que irnos al año de entrenamiento.