La cifra que los expertos determinan adecuada para mantener un buen estado de salud cardiovascular y no padecer enfermedades
Un estudio realizado por la Asociación Americana de Cardiología ha determinado que los segmentos dentro de la sociedad que menos se asoman a la práctica deportiva son las personas adultas, las mujeres, individuos que sufren enfermedades depresivas, discapacitados, personas con niveles adquisitivos bajos y aquellas que viven en zonas alejadas de la ciudad, zonas rurales.
De esta forma, todas las personas que engloban estas categorías tienen por consiguiente más riesgos de sufrir problemas cardiovasculares y por tanto están más cerca de tener un mayor índice de mortalidad por esta causa.
La actividad física, en cualquiera de sus vertientes, y una dieta saludable son esenciales para que no padezcamos ninguna enfermedad vinculada con el corazón. El deporte es fundamental para que las cavidades cardiacas y la circulación de la sangre por nuestro organismo sea óptima. Es algo que muchas personas deberían tener en cuenta y que con unas simples recomendaciones se puede tener el engranaje perfecto para un efectivo funcionamiento.
Caminar ayuda a tu corazón
No estamos hablando de que rápidamente vayamos al gimnasio y nos pongamos a hace pesas como locos, se trata de tener una predisposición activa, algo que se puede realizar colocando en nuestra rutina diaria una caminata, algo más intensa de lo normal, por el parque o por la urbanización donde se resida.
En concreto la AAC determina que son 8.000 pasos los que se deben dar en un día para completar ese mínimo que se requiere para considerarse actividad física y que por tanto tengamos un equilibrio importante en nuestro cuerpo y ayudar a nuestro corazón, evitando inconvenientes cardiovasculares de alto alcance.
Estos pasos ayudarán de la misma manera a arterias y venas, y deben ir en función de las necesidades que tenga cada persona, ya que se deben ajustar a ellas en función de la edad que se tenga o de los problemas de salud que se padezcan, tanto relacionados con el sistema cardiovascular, respiratorio o problemas en músculos o articulaciones.
Ese número de pasos debe estar entre los 7.000 y los 9.000 para que tenga una efectividad. Además, el ritmo debe ser elevado para que profundice más en el objetivo que perseguimos, que no es otro que evitar la mortalidad por esta causa.
Andar es todo lo contrario a ser una persona sedentaria, siendo los problemas cardiovasculares los que más afloran en estas personas. Si se padecen problemas de corazón sobra decir que hábitos poco saludables relacionados con el alcohol o el tabaco se deben desterrar. Y se debe cuidar la alimentación si se padece hipertensión, un algo colesterol o enfermedades como diabetes.