Se trata de esa enfermedad silenciosa que afecta a más personas de las que creemos pero que nunca se atreverán en reconocer que las padecen
Muchas personas las sufren, pero son pocas las que se atreven a decir que padecen de hemorroides. Se trata de esa enfermedad que causa tanto malestar el tenerla como el decir que se tienen. Y es que son millones de individuos dentro de la población que tienen hemorroides que les influye en su día a día.
Esta enfermedad lleva a la inflamación de las venas que se encuentra en el recto y en el ano. Su malestar se hace efectivo cuando se alcanza mucha presión en ellas lo que hace que tengan un flujo mayor del que tienen la capacidad de asumir para un correcto funcionamiento. Se trata de una enfermedad que supone una seria incomodidad, ya que solo lo que se observa es una mínima parte de lo que se encuentra en el interior, algo que también atañe al aspecto psicológico que conlleva esta dolencia. El grado de estrés que supone es tal que las situaciones diarias, que deben ser vividas con normalidad, se vuelven una auténtica tortura.
La perspectiva social también afecta al factor psicológico que conlleva tener esta enfermedad, un hecho que supone que asumir que se puede tener y que se necesita una determinada ayuda. Desde el periodo que se empieza a producir hasta que se pide ayuda, en un auténtico calvario. Y es que la causa por la que se mantiene en silencio es por la vergüenza que se origina al tenerla, dentro de una falta importante de comprensión por parte de la sociedad con esta dolencia.
Las hemorroides pueden surgir bien por el estreñimiento que se puede tener de forma continuada o solo en un momento puntual de nuestras vidas. En ese momento de tensión que se tiene a la hora de realizar nuestras necesidades hace que se produzca el fenómeno de presión comentado anteriormente en la zona anal. En este sentido, también tener secuencias de diarrea continuada hacen que las heces líquidas irriten y potencien ese efecto, por lo que es otro caso para que surjan.
En cuanto a las mujeres, el embarazo y el parto son dos situaciones que también pueden desembocar en el surgimiento de hemorroides. El gran trabajo y esfuerzo que conlleva el parto, donde se dan situaciones de gran presión, contribuyen a la aparición de estas.
Si aumentamos considerablemente de peso también puede incidir en su salida. Ya que una situación de obesidad puede desencadenar en hemorroides. Esto incide también en otro factor que es la ausencia de actividad física. Aquí se produce poca circulación de la sangre, que afecta a la zona anal también.
Por último, la genética también puede jugar una mala pasada en esta enfermedad al igual que el envejecimiento. Se trata de dos puntos que igualmente afectan a la salida de hemorroides.
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