Comer gambas puede ser un riesgo fatal para tu salud si no extremas la precaución cuando las consumes. Esto es lo que puede ocurrirte
Comer gambas es uno de los grandes placeres culinarios a los que se puede someter un amante de la dieta mediterránea. Imagine, o, más bien, recuerde el lector esas cenas familiares que se celebran con motivo de una ocasión especial, como una cena de Nochebuena o el cumpleaños de un miembro muy veterano de la familia. Es entonces cuando se despliega la artillería pesada, cuando la casa se tira por la ventana y los anfitriones deciden apostarlo todo a una de las cartas más deliciosas posibles: las gambas.
Ese integrante del marisco tan popular y que ha hecho las delicias de todos los que las han probado. Otros las recordarán por el episodio viral de una de las primeras ediciones del concurso culinario televisivo Masterchef en su modalidad junior, en la que un joven sorprendió al jurado con un plato al que bautizó como «León comegambas» y que consistía en una patata casi cruda aderezada con pimientos cuya disposición trataba de imitar el rostro del rey de la sabana.
El plato fue tildado de aberración y de insulto a la cocina de vanguardia y la más honda humillación cayó sobre el aspirante. Quizá desde ese momento un mal augurio pesó sobre todos los que consumían gambas, pues, aunque es un plato que habitualmente nos hace chuparnos los dedos, todos sabemos o podemos intuir con nuestros vagos conocimientos de nutrición que empapar uno de estos especímenes en mayonesa antes de introducirlos en la boca probablemente no sea la opción más saludable ni recomendada por los expertos. En efecto, las gambas cuentan con dos inconvenientes que provocan que su consumo no resulte muy apropiado si queremos cuidar nuestra silueta.
El primer problema que surge del consumo excesivo de gambas es la hipertensión. Al fin y al cabo, para que puedan ser consumidas, las gambas son aderezadas primero con sal. Esto puede convertirse en una auténtica bomba de relojería pues la sal actúa estrechando los vasos sanguíneos y dificultando la circulación correcta de la sangre a través de los vasos.
Finalmente, las gambas también permiten el aumento del colesterol LDL, considerado el colesterol «malo», que estrecha los vasos sanguíneos paulatinamente y que, a la postre, puede ser indicativo de un infarto, una taquicardia o una insuficiencia cardíaca.
A pesar de ser muy consumidas en Semana Santa, siempre es un buen momento para…
Si eres de comprar muchas latas de atún y no te quieres repetir en las…
Elaborar los famosos merenguitos es bastante sencillo y se puede hacer con apenas tres ingredientes.…
Acompaña el solomillo con una deliciosa salsa que hará de este el plato estrella en…
Entramos en época de alergias y los estornudos aumentan, por lo que hay que extremar…
Los gases pueden llegar a crear una gran incomodidad, pero estos tienen una sencilla solución …