Todos los corredores deberían cuidar más sus pies antes de los entrenamientos y de la alta competición para no tener problemas
Son muchos los corredores que se matan en el trabajo del gym para potenciar los músculos. Siempre tienen un extremo cuidado para que todo funcione bien, realizando no solo un buen trabajo de pliometría sino metiéndose de lleno en el trabajo de sentadillas. Cuidan la calidad de sus articulaciones y ponen fuerte los gemelos para que no sufra el sóleo y la rodilla. Pero son pocos los que se preocupan del estado de sus pies y de cómo tienen que tratarlos para que no aparezcan determinadas lesiones que hagan que tengan que parar.
Ya no solo en el caso de los corredores, el pie es una parte vital en la estructura de nuestro cuerpo de deportista, ya sea amateur o profesional de alta competición. Pero es algo que se extiende para toda persona, independientemente de si practica ejercicio o lleva una vida sedentaria (algo que no debería ocurrir por los múltiples beneficios que tiene el deporte). No atendemos, por ejemplo, a ese nacimiento malo de la uña que nos puede perjudicar en un futuro, o a si ese zapato, que es precioso, pero es tan perjudicial para nuestro pie.
El running es una disciplina que desgasta mucho al pie por diferentes motivos, principalmente porque tiene un gran impacto que se realiza de una firma continuada, por lo que un buen apoyo, saber tener una buena recepción del impacto, es algo indispensable para este deporte si queremos realizarlo rutinariamente y evitar las lesiones. Unas dolencias que pueden extenderse desde fascitis plantar hasta neuroma de Morton.
Los pies deben estar preparados para la exigencia del running
Para ir evitando todo esto, lo primero que tienes que hacer es comprarte unas zapatillas que sean más buenas que bonitas. Aquí tienes que tener en cuenta qué tipo de distancias vas a recorrer, el peso corporal que tienes y en qué superficie lo vas a hacer. Y siempre llevar perfectamente ajustadas las zapatillas con los cordones.
Tenemos que echar un vistazo a nuestra piel en todo momento para ir detectando las posibles ampollas que puedan surgir. Igual ocurre con las uñas, donde además tenemos que realizar un perfecto corte pera evitar molestias. Tiene que ser un corte cuadrado y evitar que sea redondeado.
También el calcetín debe elegirse acorde a nuestras necesidades. Tiene que tener propiedades que incidan en que mantengamos el pie seco, lejos de humedades. Además, debemos tener bien hidratados los pies en todo momento para evitar que se reseque y salgan durezas. Esto lo podemos conseguir con cremas indicadas para ellos e ir tratándolos con una determinada constancias durante toda la semana.